martes, 27 de noviembre de 2012

Dentelladas de mi vida con pienso.

A veces escucho a Madonna y poso en plan "Vogue..., ¡strike a pose!"

Un gato travesti tiene que tener sus curvas y yo..., ¡pues las tengo! El caso es que parece que a papi no le hace mucha gracia que haya crecido tan a lo ancho en tan poco tiempo, así que de un mes para acá me pesa la comida y tiene muchos miramientos con ella. Dice algo así como "Divine, te estás poniendo como Mariah Carey, ¡ternesco perdido!", y a mí, la verdad, me importa cuatro bolitas de caca. ¡Yo lo que quiero es ponerme ciego a comer!, que soy travesti,  no modelo de pasarela.

Las cosas por aquí siguen más o menos como siempre. El otro día al papi casi le da algo cuando fue a abrir la puerta de la cocina (que cierran por si hago de las mías) y, de repente, le vino un tremendo olor a gas..., y es que "el señor grande y cada vez más lerdo" al limpiar los fogones se había dejado uno abierto, a sus anchas..., claro, como es de valladolid, pues ancha es castilla y los fogones de la cocina, ¿no? Pobre papi, lo vi como fue directo al sofá donde "el señor grande y cada vez más lerdo" estaba tirado y le dijo que tuviera más cuidado con voz de "te lo digo tranquilamente pero te taladro con la mirada". Y es que el papi, con lo listo que es a veces, no pensó en que, casuaaaaaalmente, podía haber dejado el gas abierto, haberme metido en el trasportín y habernos ido a dar una pequeña y duradera vuelta. Lo mismo así... Ejem. Miau. Ejem.

Me gusta mucho cuando "el chico con los ojos como el mar" me coge en brazos y me saca a la ventana para que vea un poco el mundo exterior. Al papi no le hace tanta gracia por si me dan demasiadas ganas de explorarlo, pero yo simplemente miro atento y lo huelo todo. Para mí es como si descubriera un más allá, algo fuera de mi imaginación gatuna. Hay mucho ruido y las cosas se mueven demasiado rápido, pero me flipa mucho. Todos los días les pido que me lo enseñen un poquito..., lo mismo así aprendo cosas nuevas de ese mundo humano que tan poco entiendo.

Justo el otro día ya venía yo oliendo algo raro, y no lo digo metafóricamente, sino que me refiero a un olor de verdad. El caso es que "el señor grande y cada vez más lerdo" le preguntó a mi papi si no olía raro en el comedor y, sobre todo, en su habitación. "Es como a..., verdura podrida". A mí me extrañó porque él nunca come verdura, sólo carne, yougures y su plato estrella, guisantes con jamón. Y allí estaban los dos intentando descifrar de dónde venía ese olorcillo tan desagradable hasta que el "señor grande y cada vez más lerdo" rastreó cual sabueso y cogió algo del suelo que nos había pasado desapercibido. Rápidamente se lo llevó a la nariz y dijo "Coño, ¿a que va a ser el portafolios este que me compré el otro día en los chinos"..., y, ¡¡efectivamente, era eso!!, echaba un olor tremebundo, como si el chino que hizo el portafolios no se hubieran duchado en dos meses, así que el señor grande y cada vez mas lerdo se lo llevo al balcón de lo mal que olía... Una pena, porque habría sido la segunda oportunidad de que muriese asfixiado... ¡Uy!, ejem. Miau. Ejem.

En fin, ya os seguiré contando cositas, pero ahora voy a ver si robo algo de comer por ahí, que esta bulimia puede conmigo. ¡Miaaaau!

miércoles, 7 de noviembre de 2012

No sólo crezco a lo ancho, también de sesera.

Yo en pleno proceso creativo.


A mí, aunque no lo parezca, me gusta ir variando porque, y esto es verdad de la buena, los gatos también evolucionamos y vamos descubriendo cosas nuevas aunque vivamos en un espacio limitado, así que ahora me da por mirar por la ventana quedándome totalmente absorto en eso que llaman mundo.  Es como cuando mi papi se pone delante del espejo y se mira un rato largo mientras se peina. Yo maullo y él se cree que quiero jugar con él, pero no..., lo que quiero es que me haga unas mechas cobrizo con tono violín que me quedarían divinas de la muerte.

El caso es que últimamente me siento taciturno y me da por pensar mirando a través de la ventana que, la verdad sea dicha, está un poco sucia..., quizá por eso mis pensamientos también son sucios. Creo que está despertando en mi una cosa que se llama deseo sexual, que no sé muy bien lo que es, pero hace que busque algo ahí fuera que todavía no tengo muy claro de qué se trata... Es algo raro, pero los humanos también buscan en muchas ocasiones y no tienen ni puta idea de qué... Pobres.

Sé que tiene que ver con mi cosa de ahí abajo, eso con lo que "el hombre grande y un poco lerdo" sigue obsesionado. El otro día oí como le decía a mi papi que "me había visto la pirula mientras me atusaba el pelo..., y que era algo retráctil". Y digo yo, ¿estamos en la edad media para hablar de esa manera? Yo debo ser más de la calle, porque la mayoría de veces no me entero de lo que dice. Como el otro día que, con toda su alma, le dijo a mi papi que no se explicaba por qué yo en la cocina no paraba de mugir..., y no sé si es porque parezco una vaca o fue un lapsus mental, que imagino que lo segundo, pero es que sus lapsus mentales están tan cerca de la realidad que me eriza los pelos del lomo y ni pasádome la lengua se me bajan.

A veces, y con mi nueva amiga la ventana, me da por pensar cómo hubiera sido mi vida de haber nacido perro o humano y, la verdad, es pensar por pensar porque me gusta ser lo que soy. Seguramente no tendría trabajo o trabajaría en algo que, en el fondo, no me llenara. No me podría poner peluca, ni encajes, ni lentejuelas, tendría que vestir de gris y mimetizarme con el resto de la sociedad y el asfalto, no podría maullar verdades porque estaría mal visto, sólo se me permitiría ronronear hipocresía..., qué aburrido todo, ¿no? 

En fin, no sé si mi amiga la ventana va a hacerme bien en mi desarrollo mental, lo único que sé es que me voy a ir despidiendo porque voy a mi cajita con arena transparente fashion... ¡muUuUUuuUuU!, ay, ¡¡mierda!!, ¡¡es miaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuu!! ¡El hombre grande y un poco lerdo me termina confundiendo! El día que menos se espere le muerdo su cosa retractil a ver cómo grita él.